Poesía transitiva XI: De cómo los abrazos se deslizan por debajo de la puerta
junio 15, 2010
A veces a uno le dan ganas de apresar en una palabra la hondura de un abrazo, y siempre sale lastimado de tales intentonas, no obstante persistimos en la lastimera tarea de hacer letra aquello que nos interpela. Aquí va, de última, como para decir que zafó la mañana. jejeje
una mañana rota
en mil pedazos
los jirones
del tiempo
se escabullen
por la puerta
debajo
en la hendija
donde resopla un tibio viento
que me trae el recuerdo
de tu abrazo en silencio
(elnico)
creo que todo esto me está haciendo recordar algunos fantasmas con quienes
no quiero saber nada. Como esto de estar casi un mes a mensajito de texto
con alguien que queres ver, y sin embargo no podes. Alguien que querés
encontrar, pero que no te encuentra. Yo ya no voy más por esos caminos. Un
abrazo. Algún día nos reiremos de esto con un porrón en la mano!
Esteban Quitor Tola
junio 22, 2010 at 12:30 am
che, una cagada esto.
jaja, ponete las piletas loco!
un brazo
junio 22, 2010 at 1:07 am
de qué te la das ahora, ser de la oscuridad, explorador del submundo, transeunte de las verdades escondidas en la marginalidad jajajaja
un abrazo negron!